Luego de treinta años de una extensa ausencia inexplicable, un padre decide ir a la búsqueda de sus dos hijos que han sido enviados por una multinacional europea al frente de la gestión de las instalaciones frigoríficas que se encuentran en un país del nuevo mundo. La llegada inesperada del padre desactivará en sus dos hijos distintos resortes. Para uno de ellos suceda lo que suceda « un padre siempre es un padre » y a la luz de esta especie de fatalidad inevitable, decide recibirlo pese a su larga ausencia. Para el otro hijo en cambio, un padre no es algo constante e ineluctable, sino que es solamente una construcción de la cual se es responsable y por ello mismo, ante el abandono de más de treinta años, decide darle la espalda. Mientras de fondo, toda una serie de conflictos sociales estallan en el interior de las plataformas frigoríficas, toda otra serie de conflictos más profundos y primitivos estallarán entre el padre y sus dos hijos.
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